INJERTO DE HUESO POST-EXTRACCIÓN

Este tipo de injerto se lleva a cabo cuando se extraen dientes. Al momento de la extracción de  un diente la cama del hueso donde se encontraba  (su alveolo), se rellena con el injerto óseo que posteriormente se transformara en hueso. Esto debido a  que durante la cicatrización exista  un porcentaje de pérdida en el l ancho y largo del hueso maxilar o mandibular.

Esto provoca dependiendo del diente a extraer, que en algunos casos no sea posible colocar un implante inmediatamente o posteriormente cuando haya cicatrizado el hueso ya que el implante tendrá un diámetro mayor al hueso remanente que se haya formado.

Al colocar un injerto óseo en el alveolo se conserva más el largo y el porcentaje de anchura del hueso  y  como consecuencia es posible colocar el implante ya sea de forma inmediata o en un segundo evento quirúrgico sin problemas de espacio.

Cuando se realiza un injerto óseo después de la extracción generalmente se deja cicatrizar por un periodo de entre dos y tres meses para poder colocar el implante.